Por MEd. Martín Vargas Ávila*
Entorno la conmemoración del 12 de octubre, la cual evoca a la llegada de Cristóbal Colon a las tierras americanas en 1492 y lo cual abrió la puerta al contacto de tres mundos: el europeo, africano y americano; y con ello el movimiento de seres humanos, conocimientos, mercancías, animales y especies entre estos continentes hace aproximadamente 531 años.
Deseo contarles que casi una décadas atrás, nuestras maestras y padres nos vestían de españoles e indígenas en esta época, Se recitaban poesías o representaban pequeñas obras de teatro al respecto e incluso algunos de mis amigos recuerdan que también se cantaba el himno a Cristóbal Colón. Curiosamente, los indígenas eran presentados como indígenas norteamericanos por sus atuendos tales como penachos y pinturas, lo que demostraba el desconocimiento sobre nuestra propia historia y de nuestros pueblos originarios, lo cual todavía persiste.
El 12 de octubre comenzó a conmemorarse en muchos países latinoamericanos a partir de 1892. con el nombre de “día de la raza” y en otras naciones como el día de Cristóbal Colon. Sin embargo, debido a décadas de debates y denuncias sobre el trato recibido por los pueblos indígenas ante la llegada de los europeos a América a partir del siglo XIV, se cambió su nombre a “Encuentro de culturas” .
Con el pasar del tiempo los eventos asociados al 12 octubre han sido escritos, reescritos, borrados y editados a partir de los intereses de cada grupo o sector económico y político, esto confirma la premisa de que la “historia la escriben los ganadores.”
En Costa Rica se varió el nombre de efeméride al Día de las culturas, con el argumento de celebrar el “carácter pluricultural y multiétnico del pueblo costarricense y de su herencia” fue así como partir de 1994 comenzó a llamarse. Esta resignificación, evidencia el impacto de esta fecha y de cómo la historia influye en las sociedades y de su identidad.
En definitiva, acerca del 12 de octubre se puede hablar mucho, por un lado, están quienes resaltan la riqueza e intercambio cultural producto del encuentro entre estos dos mundos, otros resaltan la violencia y exterminio generado contra los pueblos indígenas y existe un tercer sector que incluso niegan el genocidio y la hecatombe demográfica contra pueblos indígenas aludiendo que estos hechos nunca ocurrieron, y son una leyenda negra” inventada por siglo XVI por escritores ingleses y holandeses desacreditar a la Corona Española.
Sumado a esto, hay autores que nos han llamado “pueblos sin historia”, al considerar que nuestra historia empezó con la conquista y colonización europea en América.
A lo anterior de le agrega la influencia de cierta “literatura”, series y películas donde se muestra versiones alternativas de la historia, donde se invisibilizada pasajes o eventos tales como la conquista de América, lo cual peligrosa debido su influencia de estas narrativas en memoria e identidad de los pueblos.
En definitiva, el 12 de octubre es un día para reflexionar sobre el papel de la historia “arma como arma” y de su influencia en el ser humano, pues comprender el pasado desde el presente nos permite aprender de los errores del pasado, comprender las causas que llevaron a terribles crímenes de la humanidad, pero también reconoce los actos de bondad y logros que hemos alcanzado a través de siglos.
Lo anterior cobra validez ante los eventos que están ocurriendo hoy en el mundo, en especial en La Franja de Gaza, los cuales son muy tristes e indignantes, y ejemplifican el valor de la vida, la dignidad humana y de la necesidad de conocer las dos caras de a la moneda, pues tal como sucedió con el caso de los pueblos indígenas, los ganadores escribirán la historia.
Pero nuestro papel no se puede limitar a ser receptores pasivos. sino a despertar nuestro interés por investigar y documentarnos poder escuchar las otras voces, las cuales han sido silenciadas o invisibilizadas.
Este 12 de octubre volvamos a recordar la importancia de conocer acerca de nuestra historia, de valorar el acervo cultural de las distintas etnias que han forjado Costa Rica, donde convergen el mundo indígena, afrocedendiente, europeo y asiático evidente en nuestras tradiciones, alimentación, música y manifestaciones artísticas.
Por tanto, es necesario enseñar y aprender a respetarlos mutuamente y aceptar que existen otras visiones de mundo; pero sobre todo comprender que las diferencias en lugar de separarnos nos unen. En esto radica el valor de la historia y del aprecio por la interculturalidad.
*Profesor Martín Vargas Ávila. Correo electrónico: