Emblemas blanco

 H I S T O R I A  Y  S O C I E D A D
Boletín electrónico

 

Por: MEd. Ronald Martínez Villarreal
Profesor Cátedra de Historia UNED

De manera recurrente, la historia social nos remite a temáticas y actores sociales excluidos de los estudios tradicionales de la historia económica y política. Pero también existen otras corrientes que para dar voz a aquellos grupos y individuos tradicionalmente invisibilizados por la historia oficial buscan entregar de manera sistemática y participativa la investigación histórica a los habitantes de barrios y territorios interesados en reconstruir y gestionar su memoria histórica colectiva. 

Fauré y Valdés (2020), destacan la experiencia de la Historia Social Popular en Chile y como esta ha cuestionado los lineamientos elitistas y estructuralistas, poniendo en el centro de su análisis a las clases populares y sus experiencias en un reconocimiento de la diversidad y complejidad de las experiencias humanas.

Desde esta visión, la historia social pasa a ser una postura epistemológica que nos invita a explorar nuevos lenguajes que capturen la riqueza de las vivencias cotidianas, las luchas y las resistencias de los sectores populares. Al hacerlo, podemos construir una narrativa más inclusiva y representativa, desde las propias forma de expresión comunitaria.

Ligado a lo anterior, la participación comunitaria desde una gestión cultural comunitaria y la educación popular, se busca la implicación de las comunidades, permitiéndoles ser protagonistas en la construcción de su propia historia. Este enfoque participativo no solo democratiza el proceso historiográfico, sino que también fortalece el tejido social y la identidad colectiva.

La participación comunitaria nos desafía a reconsiderar el papel del historiador para convertirse en facilitadores y animadores, trabajando en colaboración con las comunidades para recuperar y valorar sus memorias y experiencias. Este cambio de paradigma abre la puerta a nuevos lenguajes y metodologías que promuevan la co-creación y el diálogo.

Tal y como mencionan los citados autores, se trata de construir un “poder hermenéutico”, entendido como la capacidad soberana de los sujetos para interpretar su pasado de manera libre y autónoma. Al reconocer la subjetividad y la diversidad de las interpretaciones, podemos desarrollar lenguajes que capturen la multiplicidad de voces y perspectivas. Este enfoque no solo enriquece nuestra comprensión del pasado, sino que también promueve la justicia y la equidad en la representación histórica. A su vez, las comunidades resignifican sus experiencias y construyen una narrativa que refleje sus valores y aspiraciones.

Fauré, D., & Valdés, J. (2020). Memoria, educación popular y gestión cultural comunitaria - Memória, educação popular e gestão cultural comunitária: Convergencias y proyecciones desde la experiencia chilena (1985-2018). Revista nuestrAmérica, 8(15), 191-207.